Sistema
educativo de Japón
La educación superior en
Japón comienza tras doce años de formación académica: seis años
de educación elemental, tres años de educación secundaria
inferior y tres años de educación secundaria superior.
La educación es
obligatoria únicamente durante los nueve años que duran la
primaria y secundaria, pero el 97% de los alumnos continúa sus estudios
secundarios superiores. La razón principal es que la sociedad japonesa está
basada en la "titulocracia", es decir, que la posesión de una
determinada titulación es fudamental para ocupar cierta posición social. Por lo
general, los alumnos tienen que someterse a varios exámenes para acceder a los
institutos y a las universidades.
Los alumnos que completan
la educación secundaria superior pueden acceder a cinco tipos de
instituciones de educación superior, en los que pueden ingresar estudiantes
internacionales, y que pueden ser divididos, de acuerdo con su administración,
en: nacionales, públicas locales y privadas.
CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN DEL JAPÓN
En un momento, el sistema educativo japonés fue elogiado por
haber sostenido el elevado crecimiento económico del Japón. Y para explicar la
razón por la cual se creó esta clase de sistema quisiera mencionarles la
existencia de las dos "C" (control y competitividad) y las dos
"E" (eficiencia y equidad).
Control
El Ministerio de Educación del Japón planteó cómo debe de ser la
infraestructura, el número de educadores, la dimensión del aula y el currículum
con el que deben operar las escuelas, además de controlar y supervisar a todas
las instituciones educativas de cada región para que puedan alcanzar dichos
objetivos.
Gracias a esta política es que se pudo llevar a cabo una educación uniforme a
nivel nacional, lográndose elevar o en todo caso mantener el nivel educativo en
todo el país.
Competitividad
La competitividad entre las prefecturas contribuyó a elevar el nivel e
incrementar las instalaciones de las instituciones educativas. Asimismo, el
privilegio que se obtiene en base a los exámenes de ingreso y el ingreso en sí
a las escuelas basados estrictamente en la capacidad, incitan la competencia en
las personas, incrementando el número de postulantes y manteniendo el elevado
nivel académico.
Eficiencia
El Ministerio de Educación del Japón distribuye su limitado presupuesto con
inclinación a la formación de recursos humanos que sean importantes,
estratégicamente hablando, para promover la modernización y la
industrialización. De hecho, fueron en su mayoría los alumnos de las
universidades nacionales que estudiaron química, ingeniería, agronomía y
medicina. Esta clase de política hizo posible la formación efectiva de recursos
humanos que sostuvieron el elevado crecimiento económico de la posguerra.
Equidad
Las personas sobresalientes de las diversas clases sociales pueden realizar sus
estudios superiores, debido a que las instituciones educativas han venido
realizando un proceso de selección basado estrictamente en la capacidad
académica de las personas, sin importar las clases sociales ni el nivel de
renta. Asimismo, tal como el caso de la Universidad de Kyoto que es conocido
por su elevado nivel por ser entre otras razones la que ha tenido más
galardonados al Premio Nobel y que hace 20 años la educación de cuatro años no
era superior a los 5,000 dólares, las universidades nacionales durante un largo
tiempo han venido liderando la educación superior al mantener una oportunidad
equitativa de estudio a una amplia gama de estudiantes por la ligera carga
financiera que éstas implican.
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