12.10.12
Calidad de los sistemas educativos
Japón.
El
gran logro educacional de Japón es la alta calidad de la formación básica
recibida por la mayor parte de los jóvenes en el momento de completar sus
estudios de secundaria. En las pruebas internacionales de matemáticas, los
estudiantes japoneses se aproximan o alcanzan las máximas puntuaciones año tras
año. Estadísticas recientes indican que el nivel de alfabetización de los
japoneses supera el 95 por ciento, lo que es particularmente impresionante
teniendo en cuenta que la lengua japonesa es una de las más difíciles del mundo
en cuanto a lectura y escritura se refiere. Asimismo, más del 95 por ciento de
los japoneses se gradúa en la escuela secundaria, frente al 88 por ciento de
los estudiantes americanos. Algunos especialistas en educación japonesa estiman
que el promedio de los graduados de este país en secundaria alcanza,
aproximadamente, el mismo nivel educativo que la media de estudiantes
americanos tras dos años de universidad. Los empleados japoneses de las grandes
compañías y los ministerios del gobierno se encuentran entre los trabajadores
mejor cualificados del planeta.
Alemania.
Alemania ha sido muy
conocida por la calidad de sus instituciones de enseñanza superior, en
2002–2003, el número de alumnos fue de 2.334.569; la Universidad de Heidelberg
(1386) está entre las más antiguas de Europa. Otras universidades importantes
se ubican en Berlín, Bonn, Erlangen, Frankfurt, Friburgo, Gotinga, Hamburgo,
Leipzig, Marburg an der Lahn, Munich y Tubinga. Alemania también tiene
numerosas instituciones de formación del profesorado, escuelas de bellas artes,
música, cinematografía y escuelas de teología.
La enseñanza entre
los 6 y los 18 años es obligatoria y gratuita en Alemania.
Casi todos los
adultos alemanes saben leer y escribir.
A los 4 años, los
niños empiezan su educación en una escuela primaria que llaman Grundschule y
ahí permanecen hasta que tienen 10 años. Dependiendo de los resultados de unas
pruebas que se hacen después de terminar esta educación, se determina su
posterior orientación escolar. Casi la mitad de los estudiantes acuden a una
escuela superior, Hauptschule, por 5 años. Cuando acaban estos estudios se
lleva a cabo un programa de formación profesional que dura 3 años más. Aquí
realizarán prácticas en un trabajo, aparte de la instrucción en una escuela de
formación profesional, Berufsschule. Otros estudiantes que terminaron la
escuela primaria, asisten a la Realschule, donde estudian materias de comercio
y administración de empresas por 6 años. Cuando terminan estos estudios pueden
entrar en una escuela de formación profesional superior, Fachoberschule.
También existe un programa llamado Gymnasium, donde se ofrece un programa riguroso
que dura 9 años. Cuando se termina, se realizan los exámenes para conseguir el
diploma, Abitur, lo que es imprescindible para entrar en la universidad.
Alemania es conocida
por la buena calidad de su enseñanza.
La Universidad de
Heidelberg está entre las más antiguas de toda Europa, fundada en 1386.
Otras universidades
importantes en Alemania se encuentran ubicadas en Berlin, Bonn, Erlangen,
Frankfurt, Friburgo, Gotinga, Hamburgo, Leipzig, Marburg ander Lahn, Munich y
Tubinga.
En Alemania también
hay muchas escuelas de música, bellas artes, de cine y teología.
Estados
Unidos.
Una característica
importante de la unión americana, -y razón principalísima de sus éxitos- es la
amplísima descentralización de su sistema educativo. La libertad de educación
es tan amplia, que ni el gobierno nacional, ni los estadales ni municipales,
dictan las normas que establecen que es lo que debe enseñarse y quien debe
certificar los títulos y diplomas otorgados por las instituciones educativas: Eso
lo decide directamente el pueblo estadounidense.
Las comunidades educativas -funcionarios
electos directamente por los habitantes- ni siquiera de todo un municipio- sino
electos directamente por los vecinos habitantes de cada aldea, pueblo o ciudad,
son los que elaboran los currículos educativos a nivel de educación básica y
secundaria. Las universidades, tecnológicos e institutos universitarios,
autónomamente, sean públicos o privados, deciden que carreras enseñar, cuáles
materias es necesario aprobar para obtener cada título universitario, y son los
rectores de cada universidad, en forma totalmente independiente de los
gobiernos nacionales, estadales y municipales, quienes otorgan los diplomas de
graduación.